Colombia no va hacia la despolarización. Al contrario, todo indica que el escenario electoral de 2026 será incluso más tenso y dividido que el de 2022. Las cifras lo confirman: según datos de Invamer, el 57% del país se identifica con posturas extremas (derecha o izquierda), mientras que solo un 11% se ubica en el centro.
Esto ya no es solo una disputa electoral. Es una disputa emocional, cultural y territorial.
Redes, desinformación y la batalla por el relato
En un país donde las redes sociales funcionan como escenarios de guerra ideológica, la narrativa se vuelve la herramienta más poderosa. Quien domina el relato, domina el territorio simbólico.
Y en tiempos de incertidumbre, la gente no vota por propuestas racionales, sino por vínculos emocionales, miedos compartidos y símbolos de identidad.
La desinformación, las narrativas de odio y las simplificaciones mediáticas seguirán marcando el tono del debate. Por eso, más que nunca, la comunicación política debe estar pensada con estrategia.
¿Quién va a ganar en 2026?
Ganará quien entienda mejor el país.
Quien sepa leer el territorio, sentir las tensiones sociales y construir un discurso que conecte, no que grite.
Ganará quien comunique con inteligencia emocional y técnica política.
No es tiempo para improvisar
Si eres candidato, asesor, líder o estás construyendo tu carrera política, este es el momento para rodearte de equipos serios, trabajar tu narrativa, fortalecer tu presencia digital y leer el país real, más allá de encuestas y titulares.
El 2026 ya empezó.
¿Tú ya empezaste a prepararte?